La cebolla así como el ajo y en general todas las especies de la familia Lilliaceae o Allium más fácil de nombrar, excepto algunas particularidades propias de cada una, tienen un destacado valor común de efectos protectores a nivel vascular y por ser activas como hipolipemiantes e hipocolesterolemiantes.
Originarias de Asia Centro-Oriental, han sido cultivadas desde tiempos muy remotos. Fueron diseminadas en Europa por los griegos y romanos. Posteriormente se propagarían al resto del mundo.
Los antiguos egipcios ya lo utilizaban como condimento y por sus virtudes medicinales, pues en el IV libro de Moisés, comúnmente llamado de "Los Números" , se describen los puerros y las cebollas.
Incluso en la paremiología hispana desde tiempo atrás, hallamos refranes que corresponden a sus atributos: "comer ajo y beber vino, no es desatino", "ajo crudo y vino puro pasan el puerto seguro".
Algunas variedades han sido utilizados como antisépticos y han ocupado un lugar muy importante en Farmacología y Terapéutica,
(Pasteur y Peyre, "Les oignons et les allium" , 1948).
Pero no como antibiótico (acaso el ajo, en algún estudio no especificado y sin dejar claramente su efectividad ) han sido usados erróneamente por el vulgo y en la red, atribuyéndoles éstas propiedades que deberíamos evitar).
La producción de germinados de la familia Allium es costosa económicamente debido al elevado precio de las semillas y bajo grado germinativo en comparación con otras semillas, lentitud y dificultad en su crecimiento y vida media corta.
La familia de estas semillas son unas de las más difíciles de germinar para el particular o uso doméstico.
Acompañando a las ensaladas dan un toque más suave y menos "olor" bucal.